¡Los fabricantes de automóviles no siempre tienen razón!

Un tema que siempre nos ha dejado sin respuesta es el hecho de que los fabricantes de automóviles tienen proyectos extremadamente similares en todo el mundo, diseñados para servir prácticamente al mismo público y al mismo propósito. No pasamos más de unos días sin escuchar frases como “Ah, si la Tacoma viniera a Brasil…”, o “Vaya, ¿has visto la nueva Colorado, qué bonita es?”

Nuestra indignación aquí en HUELGA A BRASIL tiene dos intensidades, y para ilustrarlo mejor usaremos dos ejemplos reales: (1) a veces estos proyectos son simplemente estéticamente diferentes, como es el caso de nuestro Chevrolet S10 en Latinoamérica en contraste con el Chevrolet Colorado, en Estados Unidos.

Utilizan exactamente la misma plataforma, pero la que se vende en Estados Unidos es considerada casi unánimemente más bonita, robusta y con un diseño mejor diseñado. (2) otras veces el problema es más grave: los proyectos son totalmente diferentes, como es el caso de las Toyota Tacoma y Hilux, pero con propuestas muy similares (camioneta mediana, orientada al trabajo, etc.).

En investigaciones informales realizadas en Internet -como las de nuestros socios en LM///MS-, el Chevrolet Colorado gana cuando a los clientes se les pregunta si lo prefieren a él o a nuestro actual Chevrolet S10. Esto se vuelve aún más evidente con accesorios como el “Colorado Grade”, un éxito de ventas para los propietarios del S10 que desean hacer que la camioneta se parezca más a su hermana estadounidense. Chevrolet, más que nadie, debe saber que este público es el pivote que impulsa las ventas de la camioneta, como lo demuestra también el gran éxito del “Chevrolet S10 | Boca Cheia”, que apela a la fuerza de agro y nuestra situación político-económica actual.

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Volviendo ahora la mirada a Toyota, nuestra crítica es aún más severa: no sólo el diseño de la Tacoma es más atractivo que el de la Hilux, sino ¿cuál es la justificación para mantener DOS proyectos con propuestas extremadamente similares, con costos de desarrollo y ejecución exorbitantes? Desde cualquier punto de vista, no tiene lógica tener dos modelos diferentes, con diferente producción y stocks de piezas, dificultando los diagnósticos y dispersando conocimientos que podrían centrarse en un solo modelo.

Todo esto le cuesta millones más a la automotriz, lo que podría revertirse en valores más bajos en el producto final: la Toyota Hilux es la camioneta más cara (¡con diferencia!) de su categoría, sin justificación alguna en términos de prestaciones, equipamiento o estética. ¿Imagínese si todo el desarrollo de la nueva Hilux 2016 se hubiera podido convertir en valores más competitivos, y Toyota optara por vender aquí la Tacoma acoplada a un motor diésel que ya está en su línea de producción?

TOYOTA TACOMA

TOYOTA HILUX

Al final, Chevrolet lleva años de ventaja a Toyota en este aspecto. Entendemos que algunos mercados exigen que los vehículos tengan ligeros cambios visuales para ser mejor recibidos - aunque en nuestra opinión Chevrolet tuvo mala suerte en su decisión y el modelo brasileño es claramente “más feo” que el americano - pero en nuestra opinión nada justifica tener dos diferentes plataformas para satisfacer la demanda de un producto prácticamente idéntico.

Creemos que ambos tienen una enorme lección que aprender de Volkswagen -de hecho, de todo el grupo VAG-, que utiliza plataformas globales y sistemas de propulsión modulares y estandarizados. Quién sabe por qué Amarok, que muchos dijeron que era una “aventura” para la marca alemana en el segmento de camionetas, ha ido conquistando tantos clientes fieles de otras marcas…

Como curiosidad de este artículo, a continuación se enumeran las diferencias en las dimensiones de los camiones que utilizamos como ejemplo en el artículo:

S10/Colorado, tienen las mismas dimensiones.
La Tacoma es 2 cm más baja que la Hilux; 3,5 cm más ancho; y 8 cm más largo.