Esta reprogramación busca una potencia y un par aún mayores que en la Etapa 1, con un software orientado a un alto rendimiento. Recomendado para coches turbo o sobrealimentados (en algunos casos los coches aspirados de gran cilindrada también pueden hacer la Fase 2, como es el caso del Camaro 6.2L V8, por ejemplo).
Este servicio requiere modificaciones físicas en el vehículo, como retirar el DPF o el convertidor catalítico. Para vehículos Diésel, la Etapa 2 es la suma del servicio de ganancia de potencia con el servicio de resolución de problemas (DPF APAGADO y EGR APAGADO). Servicio recomendado para quienes buscan más potencia, torque, mejor economía de combustible y facilidad de conducción.